Trastorno por atracón: cuando comer se convierte en una prisión silenciosa
No se trata de falta de fuerza de voluntad. No es gula, ni ansiedad descontrolada. El trastorno por atracón (también conocido como binge eating) es una forma de sufrimiento que se manifiesta en la relación con la comida, pero cuyas raíces son más profundas.
A menudo vivido en silencio, con vergüenza y culpa, este trastorno encierra a quien lo sufre en un ciclo de impulsos, atracones y auto-reproches que se repite una y otra vez. Desde la Terapia Breve Estratégica, entendemos el atracón no como un síntoma aislado, sino como la punta visible de un patrón relacional y emocional que se ha convertido en un callejón sin salida. Pero hay una salida. Y no pasa por contar calorías.
¿Qué es el trastorno por atracón?
Hablamos de trastorno por atracón cuando la persona pierde el control de su conducta alimentaria de forma recurrente: consume grandes cantidades de comida en poco tiempo, sin hambre real, acompañada de una sensación de urgencia, desconexión y, después, un profundo malestar emocional. No hay conductas compensatorias (como vómitos o ejercicio extremo), pero sí una enorme carga de culpa y vergüenza.
Lo que muchas veces se ignora es que este trastorno no responde a una disfunción alimentaria, sino a una estrategia de regulación emocional desbordada: se come para calmar, para anestesiar, para llenar un vacío que nada tiene que ver con el hambre.
Atracones: el lenguaje emocional del cuerpo
En terapia breve hablamos de soluciones intentadas disfuncionales: lo que haces para sentirte mejor… termina haciéndote peor. El atracón empieza como un recurso de emergencia: calma a corto plazo, alivio momentáneo. Pero cada vez se convierte en una trampa más potente. Se come para dejar de sentir. Para no enfrentarse. Para parar el mundo. Pero después del atracón no queda alivio: solo culpa, hartazgo, autodesprecio.
Y lo más doloroso es que quien lo sufre sabe perfectamente que no le funciona, pero no encuentra la manera de hacer otra cosa.
El círculo vicioso del control y la pérdida de control
En el trastorno por atracón suele haber un patrón muy frecuente: la obsesión por el control. Controlar lo que se come, controlar el cuerpo, controlar la imagen. Cuanto más se restringe, más violenta es la explosión. La rigidez alimentaria (dieta estricta, prohibiciones, ideales inalcanzables) se convierte en el mejor aliado del atracón. Y entonces llega la promesa de “mañana empiezo de nuevo”, seguida de otro ciclo de restricción y nueva caída.
Desde la terapia breve estratégica, rompemos este círculo no con normas nuevas, sino con estrategias disruptivas que alteran el patrón automático: prescripciones del síntoma, exposiciones graduadas al placer, paradojas que desmontan la lógica del control, ejercicios que devuelven el cuerpo a una función emocional saludable.
Trastorno por atracón, ¿qué puede hacer la terapia breve estratégica?
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Desactivar el automatismo del atracón
En lugar de luchar contra él, lo observamos, lo prescribimos, lo transformamos. Se trabaja para que el atracón deje de ser un acto automático y pase a ser una elección consciente (aunque incómoda). Ese pequeño cambio cambia el sistema. -
Romper el binomio prohibición – exceso
Aprendemos a comer desde el permiso, no desde la prohibición. Desde el contacto con el cuerpo, no desde la guerra contra él. -
Trabajar las emociones que se comen
El alimento tapa emociones no digeridas: rabia, tristeza, vacío, frustración. Al identificarlas, nombrarlas y legitimarlas, desaparece la necesidad de anestesiarlas con comida. -
Reconstruir la autoestima desde los actos, no desde el cuerpo
El objetivo no es tener un cuerpo normativo. Es recuperar la dignidad, la coherencia y el poder personal. El cuerpo no es el problema. La relación que se establece con él, sí.
¿Y si el problema no fuera la comida?
Cuando el sufrimiento se canaliza a través del cuerpo y la comida, todo gira en torno a eso. Pero el problema no está en lo que comes: está en lo que te obliga a comer así. En el Centre de Psicoteràpia Breu i Estratègica del Maresme, abordamos este trastorno desde una perspectiva no culpabilizadora, centrada en el cambio y la eficacia, sin eternizar el proceso.
Si has probado muchas veces cambiar la forma de comer… quizás ha llegado el momento de cambiar la forma en la que lidias con tu mundo emocional.
📞 Contacta con nosotros, te podemos ayudar con el cambio.