Motivación

La motivación es el motor que nos lleva a ejecutar una determinada conducta, el interés que nos lleva a intentar conseguir algún objetivo. [1] La motivación nace de las experiencias anteriores, de la creencia o expectativa sobre un hecho futuro y de las emociones asociadas a una tarea. Como es un proceso interno, no es directamente observable, sino que a juzgar por las acciones o expresiones del sujeto. Algunas de las motivaciones más profundas se relacionan con el inconsciente.

La motivación es una de las áreas de estudio de la psicología. Sus aplicaciones se centran en las esferas productivas de al vida, la educación y el trabajo, donde el individuo debe rendir y estar motivado para hacerlo. El interés mejora la atención, aumenta el esfuerzo y la productividad, enmienda errores más rápidamente y permite dedicar más tiempo a una tarea sin fatiga.

Algunas de las pautas para aumentar la motivación pasan por:

  • Proporcionar experiencias de éxito o agradables relacionadas con la tarea.
  • Examinar la escala de necesidades y prioridades y focalizar la situación para favorecer las que ocupen una posición más elevada en la consideración del sujeto.
  • Establecer un sistema de recompensas y castigos (sólo cuando la motivación es meramente externa, ya que en caso contrario tiene el efecto opuesto) basados en estas necesidades.
  • Potenciar los reforzadores de la conducta.
  • Organizar el trabajo por pasos asequibles, por lo que cumplir la lista o agenda sea uno de los objetivos.
  • Permitir el intercambio de pareceres entre los miembros de la organización para compartir objetivos y creencias comunes.
  • Dejar margen de libertad con pautas que posibiliten el éxito.

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